Bartolomé zamora

Bartolomé Zamora Zamora nació el 11 de abril de 1933 en La Cueva del Pájaro, una pedanía del pueblo de Carboneras, provincia de Almería. Hijo de Pascual Zamora Torres y María Dolores Zamora, fue el pequeño de 4 hermanos en una modesta familia de agricultores.

En el año 1946, su padre, represaliado de la Guerra Civil española, cumple condena en la cárcel de la capital almeriense por lo que su madre decide dejar Carboneras y mudarse a Almería para poder visitar a su marido diariamente y, así, Bartolomé y su madre se mudaron a una casa de la calle Reducto, en el barrio de La Chanca, mientras que sus tres hermanos mayores, Pascual, Lucía y Juanita, se quedaron en Carboneras. Instalados en su nuevo domicilio, Bartolomé, que había recibido educación básica en Carboneras gracias a la labor de los maestros rurales, superó las pruebas para el ingreso en el Instituto de Segunda Enseñanza de Almería donde cursaría los dos años de esta etapa escolar.

Tras la puesta en libertad de su padre, la familia vuelve a reunirse en Carboneras donde un joven Bartolomé comenzará su historia de amor con, la también carbonera, Rosa Cervantes Ruiz.

Pocos meses después de casarse, Bartolomé contacta con un familiar que había emigrado a Sudamérica, Pedro Zamora, y, con apenas 19 años, se embarca rumbo a Argentina. Esta etapa de emigración, que le marcaría el alma para siempre, duró 5 años en los que trabajó en el Servicio de Extensión Agraria Argentino, lo que le permitió viajar por América Latina conociendo países como Brasil, Bolivia, Ecuador y Costa Rica, dedicó parte de su tiempo a enseñar a leer y escribir a adultos de las zonas rurales y tuvo su primer contacto con la politica uniéndose a la causa de los movimientos en defensa de la libertad y la democracia.

Finalizada aquella etapa de emigración, regresó a Carboneras donde le esperaban su mujer y el servicio militar, para el que fue destinado a Ceuta. Finalizado el servicio militar, Bartolomé regresó nuevamente a su pueblo para, poco tiempo después y ya con su primera hija, María, seguir el camino de tantas y tantas familias de carboneros, almerienses y andaluces y emigrar a Cataluña.

Eran los años sesenta y la familia Zamora Cervantes se instaló en Barcelona donde Rosa se dedicaría a hacer paraguas en el salón de su propio domicilio y Bartolomé trabajaría por las noches en la compañía Ferrocarriles Catalanes, primero como peón y luego como mecánico, para dedicar sus mañanas a graduarse en la Escuela de Ingeniería Técnica Minera de Manresa como Facultativo de Minas y, posteriormente, como Técnico en Organización Industrial, esfuerzos estos que le permitieron entrar a trabajar en una de las empresas mineras más importantes de Cataluña e ir ascendiendo en su organigrama hasta convertirse en socio. Viviendo en Cataluña, nació su segundo hijo, Alberto, y Bartolomé comenzó su actividad política en España: lo haría en la clandestinidad y en el Partido Socialista de Cataluña.

En el año 1976 la familia Zamora Cervantes regresa a Almería y un año más tarde, y tras la legalización del PSOE, Bartolomé es nombrado vocal del Comité Director de la Federación Socialista Andaluza del PSOE y cabeza de lista por la provincia de Almería al Congreso de los Diputados para las elecciones generales de 1977. Obtenido el escaño de diputado, Bartolomé se convirtió así en uno de los primeros parlamentarios almerienses de la etapa democrática de España y en uno de los parlamentarios que elaborarían y aprobarían la Constitución Española de 1978.

Disueltas aquellas Cortes Generales por la aprobación de la Constitución, Bartolomé abandona Madrid para formar parte del proceso para la creación de un ente regional formado por las provincias andaluzas siendo elegido uno de los treinta y un parlamentarios que integraron el Pleno de la Junta Preautonómica de Andalucía, órgano superior de la Junta Preautonómica, y miembro de la Comisión Permanente de la Asamblea de Parlamentarios Andaluces, que será el órgano encargado de elaborar el proyecto de bases del régimen autonómico andaluz y aprobar el texto del borrador del Estatuto de Autonomía que se sometería a aprobación.

Posteriormente, y concluido el anterior proceso autonómico, fue nombrado vicepresidente nacional de COPYME (CONFEDERACIÓN GENERAL DE LAS PEQUEÑAS Y MEDIANAS EMPRESAS) y Director General de Economía y Comercio y Viceconsejero de Economía, Comercio, Hacienda y Turismo de la Junta de Andalucía.

En el año 1982, Bartolomé decide dar por finalizada su etapa en la política y en el sector público y regresar a la actividad empresarial privada.

Años más tarde, y junto al resto de diputados y senadores que integraban las Cortes Generales al aprobarse la Constitución de 1978, le fue concedida la Medalla de la Orden del Mérito Constitucional, condecoración nacional de carácter civil creada en 1988 que se concede en premio de aquellas personas que hayan realizado actividades relevantes al servicio de la Constitución y de los valores y principios en ella establecidos.

Falleció en Almería el 18 de abril de 2017.

 

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